Entrando en la recta final mi panza pedía a gritos comida y a la vez dolía de nervios.
Al llegar una hermosa señorita recibió mi desequilibrado estado de ánimo y me invito a que descanse mi cabeza, sin lograrlo del todo continuamos camino. Luego encontré a mis amigos, valiosos amigos, amigos de verdad, buena compañía, amor en su máxima expresión y aun así seguía pensando que todo se podía desmoronar. Camine por este nuevo escenario y en el trayecto me encontraba con situaciones que solo aumentaban mi felicidad y a la vez mi miedo.
Llegamos al lugar en el cual deberíamos llevar a cabo nuestras mejores canciones, fue ahí cuando mi estado de ánimo mejoro, pero el misterio que cerraba mi pecho seguía ahí.
Ya siendo hora del show, mi cabeza no podía dejar de funcionar de manera Kaótica, en mí pasaban miles de cuestiones que nadie sabía y que tampoco quería contar, el peso sobre mi espalda aumentaba con los minutos que sin piedad seguían corriendo. No sabía si estaba en lo correcto, no sabía si en realidad sabía algo, no sabía nada. En un momento se escucha una voz, “vamos chicos!”, esa era la indicación para que tengamos la posibilidad de mostrar nuestros sentimientos frente a todo el establecimiento, mis piernas temblaban y sin embargo subí a las tablas. La marcación para empezar la primer canción estaba dada solo debía tocar la primera nota. “Mi” para muchos. Y en ese preciso instante miré a mi alrededor y todo el miedo desapareció de mí, no pensaba, sentía, logre llegar a ese fin, estaba feliz , realmente feliz, como cada vez que agarro una guitarra y toco esas canciones que resumen mi vida junto a las mejores personas con las cual hubiese imaginado hacer música .
Gracias Flowers por darme tanto amor, gracias por calmarme, por mostrarme que la vida es amor, que la vida es poesía, que el amor esta en todas partes y gracias por haberme juntado con estas personas tan especiales. Realmente gracias!