La canción que me hace acordar a vos, la luz baja, esa forma de tocar el piano y una noche de sábado en soledad.
Soy tan vulnerable y tu belleza me hace embriagar mi voluntad plena y saturada, ahora soy uno más y a medida que pasa el tiempo entorpezco mis actos, y todas las noches termino muerto escondido bajo una sabana que ni siquiera es mía, pero que sin embargo abriga. La sinrazón inmortal y la humanidad, la inteligencia y la propia acción, la cultura y las promesas, tu amor y la moral, la vida y la mancha en el techo, tus canciones y la humedad en esta nueva ciudad que tan noctámbulo me ha dejado son algunas cuestiones que hacen que simplemente deseé que me beses.
Fines intelectuales a una vida condenada a narcóticos, intentos de definir a un genio y entre la deformidad solo intentar sonreírte, esa es la autoconservación del espíritu. Tu sonrisa es la felicidad y tu no-poesía es mi voz que solo intenta decirte lo que siente, muda las ganas de amarte gritan, desconsuelo, un eterno abismo entre la simpleza y yo deseando amanecer junto a vos, desconsuelo.
sábado, 22 de marzo de 2008
Vacío
Un tachón más en mi pequeña libreta, ya no me gusta nada y hay tantas cosas por contar. Desamor. Escribo y vuelvo a preferir mirarte, levanto la vista, no te encuentro, nunca te encuentro ahí.
Nocturno
Historias a medias que entre rejas puedo ver, hay un balcón sin uso y el barrio desiste, salir a llegar a algún lugar, en circulo camino, siempre termino donde empecé.
jueves, 20 de marzo de 2008
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