Ruido-ritmo-secuencia

Sórdido emblema, ambiente…
Olor a un aire acondicionado,
condicionado por el pulsar pequeño
del metal contra el vidrio.
Algo se desprendió,
deben colocarlo en su lugar,
como la cortina que me impide ver
como los ruidos siguen.

Una distancia innecesaria

Talvez el paisaje afuera siga transformado,
aquí trasformados,
yo solo
y ella sola en otro lugar.

Al lado mió (en el micro)

Tardía forma de celebrar la vida,
elemento vil de una condena pasada,
condena al fin.
En ti el escondite encontré,
ciudad raquítica y a la vez voluminosa,
eterno movimiento
de inquieto viajante,
viajante pequeño,
pequeño viajante,
niño, niña, niñas:
sonreídas (ruidosas)

Nada y la, la solución.

No felices o tal vez si,
no del todo seguras
al igual que yo,
no menos preocupadas por el mundo,
no hay problemas, ni soluciones.

Fin ultimo-movimiento-espectro-sanción

Siempre fui pequeño, aquí y allá, siempre encontré lugares donde dejar las (mis) cosas, siempre encontré lugares en donde cave una ciudad, siempre viajé y me alejé, siempre me enamoré y me desamoré, siempre fue un problema...ni solución, ni cambio; ni emblemáticos, ni desenterrados, ni enterrados, ni nasales, ni reales, ni incorregibles, ni irrefutables, ni vocales, ni consonantes, ni ninguna respiración, ninguna palabra ni ninguna razón, ningún silencio, nada absoluto en la aplicación/sanción del movimiento por si solo.

Nacimiento.

Cuando nací nadie supo nunca que había perdido la virginidad, la respiración, la comida, el amor, el cobijo, la realidad, lo real, mi real persona y otras cosas.
Lo que gane?
Tal vez todo o nada.

La respìración de un poeta.

Me ofreció el mundo

Me ofreció el mundo,
me ofreció volar,
me ofrecio tirarme
desde lo alto del templo

Yo le puse límites
y un pañuelo en la boca.

Yo quisiera darle un beso


H.V. Temperley