El poeta maldito clavó el cuchillo
en el corazón del Dios
que todos miraban con amor
desde dos escalones más abajo.
El metal desgarró la piel
como si este Divino sea el más vil de los mortales
y sangró la abertura como si esta herida nunca sanase.
El poeta maldito miró a los ojos al Dios
y saco el cuchillo,
lo dejo caer y sonrió como el mejor asesino.
El Dios resbalo y cayó sobre la plebe,
muchos llorando lo sostuvieron como si fuese lo único en sus vidas
Y así, manoseado y lleno de sudor de otros
el Dios cerro los ojos y simplemente no los volvió abrir.
El poeta desapareció como desaparecen los versos en la memoria del mundo,
La multitud olvido a su Dios y el Dios murió
así como el tiempo que lleva a la eternidad.
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3 comentarios:
este
este
este
este sii!
buena max
dios ha muerto! qué viva dios!
muy a lo Nietzsche... esta bueno
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