miércoles, 9 de julio de 2008

ALGO

Suspiro de dolor, no por dejarte ir, sino por echarte, por nunca traerte a mi lado ni mostrarte mi hogar.
Las mágicas ventanitas que me cuentan del sol fueron petrificadas en el despertar que nunca pasamos juntos en mi cama y sin velar mis ganas, llore de pena al darme cuenta que era tarde para volver atrás e invitarte a cenar el mas vil recuerdo de nuestra efímera felicidad. Triste final que encontrara un comienzo, algún día.

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